Lic. Virginia Parra (Venezuela)
Quiero comenzar esta charla animándolas a que nos hagamos la siguiente reflexión: si todas las que estamos aquí, nos hemos atrevido a saltar todos los obstáculos y dificultades para participar y aprovechar muy bien éste 1er. Encuentro de la Hospitalidad del Caribe es porque queremos ser distintas. Queremos reafirmarnos y fortalecernos en nuestra esencia de Mujer y en la misión que nos corresponde en el mundo, la familia y la sociedad.
El Beato Papa Juan Pablo II, en la Carta
Apostólica sobre la Dignidad de la Mujer n.30, expresa su preocupación por
la deshumanización de la sociedad a causa del materialismo, el individualismo,
el hedonismo, corrientes estas de pensamiento que sin darnos cuenta nos van
llevando a la pérdida de la sensibilidad por el hombre y de todo aquello que es
esencialmente humano. Pero al mismo tiempo el Papa Juan. Pablo II, ve que es la
Mujer, por los dones y talentos que Dios le ha dado, por su sensibilidad, la
que puede devolver el sentido de humanidad al mundo, la familia y la sociedad;
porque -continúa diciendo el Papa Juan Pablo II-,
“Dios le ha dado a la Mujer una doble misión: 1) dar vida a la humanidad y 2) dar
humanidad a la vida”.
*
Su delicada Ternura
*
Su agudeza de Ingenio
*
Su amor por lo Concreto
*
Su Piedad profunda
*
Su generosidad incansable
Y terminaba
diciendo: estas son características de la mujer femenina o de la feminidad. Es
un buen momento, una oportunidad de oro, esta cv que comenzamos hoy en el marco
del 1er. Encuentro de la hospitalidad del Caribe, que debemos aprovechar para
reflexionar sobre nosotras mismas y pensar en ¿qué tengo que cambiar?
para reflejar con coherencia lo que realmente soy y valgo. Podríamos comenzar
por estas cinco características de la mujer femenina que nos señala San
Josemaría. Piensa si te falta alguna, o si tienes que sacar más brillo a otra,
etc.
Estos días de intercambio y convivencia
son propicios para que te ejercites en ese darte a las demás para que
aprovechen y disfruten al máximo cada minuto de estas jornadas tan estupendas,
cuidando el espíritu de servicio, el trato amable y delicado con todas
acompañado siempre de una sonrisa, estar pendientes unas de otras
adelantándonos, adivinando lo que puedan necesitar, compartir en los ratos
libres para conocerse y aprender unas de otras.
* La felicidad
nuestra está en favorecer y compartir la felicidad de los demás, en poner todo
al servicio de los demás, sin quejas ni regateos.
* Somos el “motor”
que da al Servicio la fuerza para hacer Tangible, lo Intangible.
Y
esto ¿Por qué?
Por:
* Nuestra
capacidad de Acogida: cuidar de otros, padres, hermanos, esposo, hijos,
abuelos, etc.
* Nuestra
capacidad de Hacer Hogar:
ambiente de familia, al cuidar los detalles, al ser ingeniosa y sorprender, al
poner el corazón y humanizar todo lo que hacemos.
* Nuestra
capacidad de Comprensión: de pensar en el otro, ponerse en sus zapatos, o
en su situación, acompañar, consolar, animar, etc.
* Nuestra
capacidad de Discreción: de pasar inadvertida, de no buscar lucimiento.
* Nuestra
capacidad de Fortaleza: que nos hace firme ante las dificultades, recia, no
se quiebra ante el sufrimiento o el dolor, defiende su dignidad, el pudor, la
modestia.
* Nuestra
capacidad de Cooperación: une, apacienta los ánimos, busca ganar, ganar.
* Nuestra
capacidad de Intuición: se anticipa, prevé, planifica, refuerza la visión
de conjunto.
RETO:
¿Cuál es el RETO que se nos presenta hoy, ahora, al salir de este 1er.
Encuentro de la Hospitalidad del Caribe?
Aumentar el prestigio social de las Profesiones de Servicio.
“Atreviéndonos a
ser distintas”, porque mostramos con lo que hacemos, la alegría y el orgullo de
servir amando a los demás. Porque nos decidimos a CONVERTIR EL SERVICIO EN LA
FUERZA QUE HACE TANGIBLE LO INTANGIBLE, con objetivos claros, ideales altos,
comunicando vida y humanizando todo: el hogar, el matrimonio, la familia, la
política, la educación, la moda, la tecnología…
1.
Dando ejemplo.
* En mi casa,
con mi familia: pensar cómo los quiero, atiendo, me intereso por sus cosas.
* Con mis
amistades: en el colegio, en el trabajo, en la universidad, en las reuniones
sociales.
2.
Haciendo que las personas con las que
nos relacionamos, se sientan orgullosas de su profesión:
al tratar con un taxista, con una peluquera, con una vendedora en una tienda,
con una niñera, enfermera, electricista, jardinero, etc. Cómo agradezco y
valoro su trabajo? Hasta el punto de hacerles sentir lo indispensable que es su
trabajo para mantener el equilibrio y la armonía en las relaciones humanas y el
desarrollo de la sociedad.
METAS:
a.
Ver y presentar a los demás las Profesiones de Servicio como un “Proyecto
de vida”.
b.
Fomentar constantemente el “Orgullo y la felicidad de Servir”, no
tener vergüenza ni miedo de decir o explicar lo que hacemos y a qué nos
dedicamos.
c.
Ir
por delante, mostrando con nuestra preparación y prestigio profesional
que todas las profesiones -como lo veremos en los diferentes trabajos que se
presentarán el día del Congreso-, son un
servicio a la persona y a la sociedad; y que realizamos ese trabajo con la
convicción de que desde nuestro sitio, en nuestra realidad concreta y actual
-cada una en su país, en la ciudad donde vive-, está participando en la Renovación, la Recristianización y la
Humanización del mundo, la familia y la sociedad.
Como CONCLUSIÓN FINAL, las animo y me
animo ahora más que nunca porque Dios y el mundo así nos lo demandan, a que nos sigamos “ATREVIENDO A SER DISTINTAS”.
Tomando la firme decisión de salir de la comodidad, de la flojera, del
conformismo y te atrevas a ser “PROTAGONISTA DE TU PROPIA HISTORIA”, a estar en
primera fila, con la certeza de que tienes en tus manos, porque Dios te la ha
dado y cuenta contigo-, la capacidad de diseñar tu futuro, el de tu familia y
el de la humanidad. No olvidar que cada una de nosotras en su país en el lugar
donde vive, estudia o trabaja es PIONERA en la trasmisión de esta CULTURA DEL
SERVICIO basada en el AMOR a las personas.
Y termino con la inmortal frase de nuestro
queridísimo Beato Papa Juan Pablo II, a los jóvenes del mundo: “¡No
tengáis miedo, abrir las puertas de vuestro corazón a
Cristo!”, que es al mismo tiempo abrir las puertas de nuestro corazón a
la humanidad.
Se ¡VALIENTE!
se ¡COHERENTE! se ¡AUDAZ!. No estás sola, en el mundo
contamos con el apoyo de miles de jóvenes que también piensan como nosotros y
si no paramos en esta Misión de servir por Amor, más temprano que nunca,
veremos hecho realidad el anhelo que Juan Pablo II nos sembró en la cabeza y el corazón a lo
largo de su Pontificado: “Implantar en el mundo la civilización del
Amor”.-
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